Vacaciones de ensueño

Hola!

Hace tiempo que no actualizo, ¡pero es que septiembre está siendo un mes de locos!
Todo el día para arriba y para abajo, con eventos y cositas que no dejan tiempo para sentarse a escribir...

Hoy quería contaros mi escapada veraniega. Ha sido sólo una pero de calidad.
Como sabéis, me encanta viajar, y a mi chico le encanta también, así que en febrero decidimos que este año teníamos que hacer un buen viaje, de esos que se recuerdan toda la vida. Después de eso los dos lo tuvimos claro: Croacia.
En cuanto nos pusimos a buscar información sobre el país, todo el mundo nos recomendó que ya que estábamos allí (y que el Pisuerga pasa por Valladolid) visitáramos Eslovenia, y como desde Málaga lo más fácil para llegar a esos 2 países era hacer escala en Venecia, pues allí que nos plantamos también. Solución: 13 días de viaje visitando Venecia, Eslovenia y Croacia y 4 días en mi querida Barcelona visitando a la familia.

¿Qué decir de Venecia?
Maravillosa. A pesar del calor, me encantó la ciudad y me pareció uno de esos sitios que tienes que ver una vez en tu vida. Me habían hablado muy mal de Venecia, así que mi impresión era que iba a estar llena de gente y ser agobiante, pero me equivoqué para bien.
Lo bueno es que sólo estuvimos un día allí, que es tiempo de sobra para ver toda la ciudad, no sólo lo importante y callejear y descubrir sus rincones.

Eslovenia es un país genial, lleno de verde, con mucha historia y unos paisajes preciosos...me sorprendió gratamente el país y a pesar de ser un país muy muy pequeño, su gran nivel de vida (¿de qué viven los eslovenos?). Si alguna vez pasáis por allí, no dejéis de visitar Bled, para mi la joya de la corona.

Y por último Croacia. De Croacia me encantaron las playas y su gente...el mar de un verde esmeralda, lleno de peces diferentes...todo sensaciones...

Sinceramente creo que Dubrovnik está sobrevalorado. Supongo que me pasó lo contrario que con Venecia, que me hablaron tan bien de él, que me defraudó. Y sin embargo Split, ¡me encanto! Entrar en el palacio de Diocleciano es como entrar en la antigua Roma, y sentirte una más del lugar...
La comida estupenda, el pescado riquísimo aunque los precios debido al turismo se están subiendo un poco...















Y la maleta...ay la maleta! Viajamos en low cost y tuvimos que ajustar muy mucho el peso y lo que se llevaba. Mi novio y yo llevamos cada uno una maleta de mano, con la ropa justa y calculada. Yo opté por muchos shorts y camisetas de tirantes básicas, de manera que todo fuera combinable. Luego como íbamos a visitar cuevas y a ver naturaleza, llevé también una sudadera fina y un pantalón vaquero largo. Para completar la maleta incluí un par de vestidos y el que ha sido un clásico este verano y promete serlo durante el otoño: mi camisa vaquera.

Y ¿qué tal vuestras vacaciones? Espero comentarios!

Por cierto, si queréis alguna guía más a fondo sobre cualquiera de los 2 países y Venecia, ¡no tenéis más que pedirlo y os lo publicaré!

Un saludo,

P